A ti, mi amiga.

Los más bellos versos te pudiera escribir,
pero tú, amiga, más merecerías,
las mejores rimas que se pudieran concebir,
pero a tu belleza, amiga, no se acercarían.

Tantos años, tantos minutos,
tantas risas, tantos lloros,
tantos secretos y desahogos,
tanto tiempo estando juntos.

Un «nosotros» antaño conjuramos,
un yo contigo, un tú conmigo,
y desde que tal promesa juramos,
eso fui, tu mejor amigo.

Tal vez no sean unos versos trabajados,
no tengan elogio alguno merecido,
y no canten al ser amado,
pero describen el cariño sentido.

Admito que alguna anécdota he excluido,
y que mucho más decirse podría,
y aunque mucho me llene de melancolía
debo dar mi regalo por concluido.

y con la firma:

Siempre tuyo, tu loco poeta,
que tras un golpe haberse dado,
ha perdido la chaveta
y la cordura le ha dejado.

Continuad la historia.

Pongo la base de la historia y vosotros con vuestros comentarios la continuais, a ver hasta donde llegamos.

Sois una persona de no mucho dinero y reputación, pero poseis
una enorme agilidad y tres capacidades: mover las cosas con la mente, hacer crecer las cosas y poder aumentar la velocidad de las células.
A pesar de tanto poder os encontrais solos en mitad de una ciudad al amanecer. La gente os mira estrañada, pero no os acordais ni quién sois ni como habeis llegado allí. Tampoco sospechais de vuestros poderes.
De repente llegan unos guardias armados y…
«Me inmovilizan contra la pared al tiempo que dicen que no intente ninguna tontería. Al segundo, el que parece ser el jefe entra en la habitación y saca una especie de pistola eléctrica que dipara contra mi. Instintivamente grité, y cerré los ojos. Cuando volví a abrirlos todos los guardias estaban muertos, estaban ensartados en una especie de pinchos que habían salido del suelo y las paredes. Sentí que tenía que salir corriendo, pero deparé en que el jefe de los hombre me miraba fijamente…»Tauk1515.
(Continuad la historia a ver que puede salir, yo ire añadiendo vuestras ideas, animo creativos)