Un niño de entre nueve y trece años, encadenado. Se encuentra en la entrada de una alcantarilla, mirando al nublado cielo. La lluvia cae con dureza, iracunda, y sin pausa. El agujero donde se encuentra es poco más alto que él, y se va llenando lentamente de agua. Pasan los días y nadie da con el paradero del pequeño. La lluvia cae y el nivel del agua sube, trepando por su cuerpo como un asesino silencioso. Llueve, llueve, llueve… Y el agua desborda la alcantarilla, camuflándose entre los charcos. Un niño ahogado entre estiércol, barro, desperdicios y agua de lluvia. Sólo hay dos elementos que destacan en tan grotesca escena:
Una orquídea y una figurita de origami en la inerte mano del cadáver.
Ya son ocho los niños hallados muertos, ahogados por agua de lluvia, por obra de quien ha sido apodado como El Asesino del origami. El modus operandi del Asesino del Origami es siempre el mismo: rapta a niños de 9 a 13 años a plena luz del sol y siempre sin testigos ni pruebas. La víctima permanece desaparecida varios días y, entre el tercer y el quinto día, su cuerpo aparece sin vida en un descampado con una figura de origami en su mano, una orquídea en el pecho y la cara cubierta de barro. Todas las víctimas mueren ahogadas en agua de lluvia.
Otro niño ha desaparecido. La lluvia cae sin cesar. No queda mucho tiempo.
En Heavy Rain, nos meteremos en la piel de cuatro protagonistas: Ethan Mars, padre del niño desaparecido, desequilibrado (sufre comunes ataques psicóticos) pero que aguantará lo inimaginable por salvar a su hijo. Madison Paige, una mujer con cabeza y un puñado de valor, que se lanzará por su cuenta en busca del asesino del origami. Norman Jayden, miembro del FBI a quien le han asignado el caso. Hace uso de la tecnología más puntera y de información privada del FBI, pero es adicto a la triptocaína, una droga ficticia que desea dejar, y su abstinencia podrá suponerle graves consecuencias. Scott Shelby, detective privado involucrado en el caso. Es asmático, tiene un gran sentido del honor y buen corazón, pero que se anden con cuidado los que se metan en su camino.
Durante el juego iremos pasando de una perspectiva a otra de manera totalmente cinematográfica. La libertad de acción por los escenarios es total, pudiendo interactuar con cualquier objeto; desde mirar la hora, pasando por abrir cajones en busca de información, hasta pelear para defender tu vida… o quitársela a otro. El control es totalmente intuitivo; apareciendo las señales justo al lado de los objetos. Otras escenas, principalmente las de acción, serán muy dinámicas y tendrás que pulsar los botones que te pongan… eligiendo la acción adecuada. Si estás en un coche en llamas puedes intentar abrir la puerta de al lado o jugártela para romper la luna y escapar. Siendo Norman ¿Lucharás contra ti mismo o te dejarás seducir por la triptocaína? El tiempo corre y tus decisiones marcan la vida.
Porque de eso va Heavy Rain, de la vida. Toda decisión que tomemos será importante para el desarrollo de la trama. Las acciones de los cuatro personajes se enlazarán unas con otras y en revesarán todo, existiendo la posibilidad de que alguno de los protagonistas, o todos, mueran. Las investigaciones de unos pueden molestar a las de otros, pero también puedes encontrar al otro en apuros y decidir si salvarlo o no. Heavy Rain despliega en todo momento su gigantesco abanico de posibilidades (entre las que se encuentra la de no hacer nada) para darle el mayor realismo, cosa que consiguen enormemente. El aura de misterio no cesará hasta el último momento, por lo que se mantiene la tensión durante cada segundo de juego. Hay un total de quince finales en función de nuestros actos, cada uno más impactante que el anterior. Este juego te deja sin aliento, pues no te da un respiro.
El apartado gráfico es sobresaliente. Me quito el sombrero ante tantísimo detalle, juegos de luces y sombras espectaculares y un realismo que pone los pelos de punta. El agua, el detalle característico del juego, tiene un efecto tan sublime que cuesta distinguir si es un videojuego o una pintura. Viene además doblado al español con voces como la de Tito Valverde (El Comisario) y Michelle Jenner (Los hombres de Paco). El juego salió en 2010 con una gran acogida y ha ganado numerosos premios como Mejor banda sonora original, Mejor historia y Mejor innovación técnica en los premios BAFTA de 2011.
Llueve, y el Asesino del Origami anda suelto. Todos desconocen su ubicación y la del pequeño secuestrado. Todos buscan hallarlos, unos detenerlo, otros matarlo. Todos tienen información que nunca saben con quién deben compartir. Todos desconfían. Todos intentarán llegar al fondo del asunto. Todos lucharán, algunos hasta la muerte, para lograrlo. Pero todos son sospechosos…
Y la lluvia sigue cayendo…
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